ESTADO E IDENTIDAD IMPORTANCIA DEL PROCESO EDUCATIVO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD

 ALEXANDRA GPE. SEGURA BONILLA 20/04/2015   

 

En la formación de los sujetos es vital que en el proceso de formación por parte del sistema educativo se priorice la calidad de vida de estos, desde el momento en que se incorporan a la vida estudiantil los individuos deben sentirse seguros y con la libertad de poder expresar lo que piensan y lo que sienten de acuerdo con el mundo que los rodea y con lo que les agrada y les desagrada. 

No es sano para nadie tener que ser el objeto de un sistema educativo que determina que y quienes son los mejor “adaptados” de acuerdo a un concepto que esta misma estructura dictamina y que da lugar a la discriminación, dado que un sujeto que viva en comunidad no va a tener las misma posibilidades que un sujeto de ciudad donde su alcance en cuanto a material y tecnología es por mucho más avanzado que un sujeto en plena provincia donde a veces no cuentan ni con los servicios básicos de primera necesidad, donde en ocasiones no tienen ni para alimentarse. 

Estas desigualdades marcan la pauta para el desarrollo de las capacidades y facultades que el sujeto posee y que no podrá potenciar si no existen las mismas oportunidades de aprendizaje para todos. 

El docente frente a grupo tendrá que ser el medio que aporte a los educandos, la guía, el soporte y la fuerza para el desarrollo del intelecto y de las capacidades de estos sujetos, será quien forje en ellos el hábito y la disciplina en la adquisición de conocimientos y en la repartición de los mismos. 

Las limitaciones que se tengan, serán al mismo tiempo la punta de lanza por la cual; ambos actores tanto como docente y alumno han de han de formar una fuerza que los impulse en la búsqueda de igualdades para todos, en calidad de vida, en calidad de oportunidades y en calidad de conocimientos y enseñanza. En esta construcción de identidad del sujeto, la escuela es el escenario en donde el individuo se encuentra así mismo, se reconoce como tal, identifica su medio, su entorno, el otro, los otros, el mundo y la diversidad que lo envuelven, sabe sus limitaciones pero también sabe de sus capacidades, habilidades, aptitudes y actitudes, es entonces como la escuela tiene la responsabilidad de fomentar y guiar a estos sujetos, de proporcionarles los conocimientos y medios necesarios para su crecimiento y desarrollo personal e intelectual, en este proceso de incorporación e integración que hace la escuela con los educandos, la fuerza motora será el bienestar ético y social que la nación demande y no solo los intereses de unos cuantos.

 Garza (1995) citando a Habermas (1990) plantea que para alcanzar el ideal de la sociedad racional y democrática de necesitan instituciones educativas que preparen y formen a los sujetos en el modelo del accionar comunicativo. 

 Ale: las instituciones educativas tienen la obligación de preparar a los formadores de formadores como profesionales calificados, críticos pero sobre todo comprometidos con la educación y calidad de enseñanza e impartición de conocimientos, al hacer esto se estará fomentando la equidad e igualdad de oportunidades para todos. 

La escuela y la dirección de la misma tiene competencias cognitivas, comunicativas, éticas, morales, políticas, que aportan a la constitución del sujeto, que tiene consigo, un pasado, una historia, conceptos, valores, sentimientos, principios, normas, estas subjetividades lo hacen diferente a los demás actores de su entorno, lo que para él tiene un significado y en ocasiones un valor simbólico, para los demás no lo es, sin embargo en este mundo incesante y en constante cambio permite a su vez compartir ideologías, experiencias y aprendizajes que al unirlos nos hacen coparticipes de una misma estructura, la cual conforma una sociedad, un estado. Mismos que tienes la obligación de mejorar el entorno, la vida social, el plan de estudios, la conciencia social para cambiar el futuro de todos, en donde se basaran en las dimensiones básicas: afectiva, ético-moral, creativa, política y comunicativa. 

Realidades tangibles que movilizan el accionar humano, potenciando el desarrollo humano, creando y recreando mundos posibles para la identificación de sí mismos, en relación a los retos que la vida nos presenta, buscando una moralidad autónoma, con libertad, igualdad de oportunidades, respeto y diálogos activos. 

Con un orden social, cultural y normativo que nos permita fluir y crecer en una sana convivencia, para cuando se piense colectivamente en los derechos e igualdad de oportunidades para todos, se llegue a un acuerdo para un bien común, en este desarrollo del intelecto y ejercicio de la libertad, el cual tiene que ser mediado por el Estado.